La falta de regulación tiene su razón en los proyectos que esperan en el Congreso.
El escenario muestra una educación superior desregulada y sin mecanismos que aseguren la calidad, como un saco sin fondo para los recursos públicos sin una reforma. Las becas y crédito con aval del estado van a instituciones en crisis financiera y académica, por mala gestión o no tener la acreditación mínima para la gratuidad.
Es una fotografía similar a la del 2012 cuando se destapó la crisis de la Universidad del Mar, que desembocó en su cierre y la reubicación de 5.700 alumnos. Cinco años después, uno de esos estudiantes, vuelve a vivir la pesadilla en la Universidad Iberoamericana. Es Javier Mora, quien arrastra una deuda con la U. del Mar.
El estudiante tuvo que revalidar sus estudios de enfermería en la U. Iberoamericana y quedó en primer año. Ahora el fantasma de una nueva crisis se aparece y la desazón se palpa en su rostro y gestos cuando habla del inminente cierre por inviabilidad financiera, de la institución que supuso le daría garantías para terminar su carrera en el 2018.
“En ese momento pagaba en efectivo solamente y, como ocurrió todo esto, tengo una deuda activa en la Universidad del Mar como aproximadamente dos millones de pesos. Y ahora estoy estudiando desde el primer año en la Iberoamericana con el CAE y tengo la deuda a 20 años plazo. En este momento, con intereses y todo, aproximadamente unos 15 a 16 millones de pesos“, explica Mena a Radio ADN.

La falta de regulación para evitar que el Estado gaste casi $50.000 millones en la reubicación de los estudiantes de la Universidad del Mar, espera a quienes tienen en su escritorio la Reforma a la Educación Superior, la Comisión de Educación del Senado.
A la espera que se vote la reforma antes que termine el actual gobierno, los estudiantes de la Universidad Iberoamericana reiteran el llamado para que sean las universidades estatales las que apoyen la reubicación y que el Estado inyecte los millonarios recursos. La presidenta de la federación interina Paz Gajardo, cree que esto es lo que se debe despejar lo antes posible: “El rector dice lo que nos ha dicho desde marzo, que tengamos esperanza, que esto se va a solucionar, que no nos preocupemos, que sigamos estudiando y que la universidad va a salir a flote”.
Otro dirigente de la federación de estudiantes de la U. Iberoamericana, Jaime Aguilera, cree que la mejor salida para los estudiantes es la designación de un administrador de cierre: “Nosotros creemos que ya no es necesario que siga existiendo este negocio, porque eso es lo que es puntualmente, un negocio. Creemos que las generaciones que vienen ya no pueden seguir tampoco sosteniendo este negocio, por lo tanto apelamos a que haya una administración de cierre”.
Hace algunos días ADN Noticias se enteró que el jefe de la Fiscalía de Alta Complejidad Oriente, Carlos Gajardo, archivó la investigación por lucro del Grupo Laureate en Chile. Lo que era previsible, porque pese a que está prohibido el lucro en las universidades, el Mineduc no estableció un reglamento que prohibiera la extracción de recursos públicos y privados, algo que sí incluye la reforma que duerme en el Senado.
